El presidente de Etiopia, Girma Wolde-Giorgis, ha intervenido personalmente en una disputa entre Etiopía y los museos británicos, demandando que les séan devueltos millones de dólares en artefactos valiosos y muy históricos que fueron saqueados de Etiopia en el 1868 por soldados británicos.
El presidente de Etiopia, Girma Wolde-Giorgis, ha intervenido personalmente en una disputa entre Etiopía y los museos británicos, demandando que les séan devueltos millones de dólares en artefactos valiosos y muy históricos que fueron saqueados de Etiopia en el 1868 por soldados británicos. Entre estos se encuentran algunos de los tesoros religiosos más significantes de Etiopía que incluso los museos británicos han acordado no exhibir, joyas de todo tipo, e incluso la corona real etíope.
Según la historia, "los soldados británicos mataron salvajemente a cientos de etíopes que iban poco armados después de la batalla, y luego 'se empujaron los unos a los otros' para conseguir un trozo de la camisa manchada de sangre del emperador, que arrancaron de su cuerpo. Tambien saquearon la ciudadela y una iglesia cercana, llevando consigo tesoros que incluían 'una variedad infinita de oro, y cruces de plata y bronce', además de 'montañas de pergaminos iluminados de la realeza."
¡Etiopia debería de emitir una orden de detención judicial contra oficiales del Reino Unido!”
“Etiopia y todos los demás países africanos, deberían de emitir ordenes de detención judicial contra oficiales del Reino Unido si se niegan a devolver todo lo que sus sanguinarios colonizadores saquearon," dijo Rael.
Rael dijo que la postura de muchos administradores de museos, diciendo que estos objetos deberían de continuar en la Gran Bretaña para que el público pueda verlos son faltos de conciencia y totalmente equivocados.
"Ni siquiera tienen derecho a abrir la boca para discutir si es mejor para el interés público que estos objetos africanos se queden en el Reino Unido," dijo Rael. "Es el derecho fundamental del pueblo africano que recuperen estos objetos, y no ponerlos en exhibición si así les place. Debido a que estos objetos les pertenecen, tambien es su derecho el hacer con ellos lo que les venga en gana. No tendrían que dar ninguna explicación de las decisiones que tomen a los descencientes de los sanguinarios colonizadores. El hecho de que los británicos piensan que tienen el derecho a determinar lo que se haga de los artefactos devueltos, demuestra que la mentalidad de colonizador persiste incluso hoy en día."
Rael añadió que los museos que en estos momentos exhiben los artefactos, deben una compensación financiera considerable a los verdaderos dueños en Africa.
"Deberían de pagar enormes compensaciones monetarias por el uso ilícito de estos objetos," dijo Rael.
"Han estado ganando ingresos con estos tesoros durante años cobrando tarifas de entrada para verlos. Y se hubieran de haber devuelto mucho antes. En consecuencia, adicionalmente a los daños, debería de valorarse una multa financiera considerable por cada día adicional que se retrasan en devolverlos.
Rael envió su apoyo personal a los oficiales del gobierno de Etiopía y les propuso que demandaran los oficiales del Reino Unido. "De la misma manera que el gobierno francés pudo emitir una orden de detención judicial en contra de los oficiales de Ruanda, las mismas leyes internacionales deberían de aplicarse en este caso - ya que quedarse con un objeto a sabiendas de que ha sido robado es un crimen internacional - y tanto Etiopía como todo el resto de países africanos que han sido robados, no solamente deberían de solicitar daños considerables diarios por cada día que pasa en que los objetos no son devueltos, sino que tambien deberían de emitir una orden de detencion judicial en contra del director del museo por haber recibido objetos robados" concluyó éste.
Etiopía es uno de los países más antiguos del mundo y ha producido algunos de los restos más antiguos de la humanidad. La dinastía etíope tiene una línea de descendencia directa del Rey Salomón y la versión de la Bíblia utilizada en Etiopía, llamada Kebra Negast, que se fecha en la época del Rey Salomón y la Reina de Saba, es de un interés especial para los raelianos ya que contiene claras descripciones de naves espaciales utilizadas por los dioses y sus ocupantes, los creadores de la humanidad, tal como se describen en la filosofía raeliana.