Nuestro apoyo a Ward Churchill


09 Feb, 2005
     Politica

Hoy enviamos nuestro apoyo a Ward Churchill, un profesor de la Universidad de Colorado que esta siendo atacado por decir que las víctimas del World Trade Center no eran inocentes y que ha rechazado disculparse por sus comentarios.


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Hoy enviamos nuestro apoyo a Ward Churchill, un profesor de la Universidad de Colorado que esta siendo atacado por decir que las víctimas del World Trade Center no eran inocentes y que ha rechazado disculparse por sus comentarios.

Su mensaje central es que los ataques del 11 de Septiembre del 2001 fueron provocados por la política exterior de los Estados Unidos tal como el Profeta Rael viene diciendo desde un principio. En su ensayo titulado "Algunas gentes toman la ofensiva", escrita poco después del 11-9, Churchill dijo que los secuestradores habian montado "contra ataques" debido a la hostil política de los EE.UU. en el Oriente Medio y una campaña de "genocidio" en contra de Iraq realizadas a través de las sanciones económicas que se impusieron al país después de la primera Guerra del Golfo. Esto es de sentido común y esta opinión es compartida por la mayoría de las gentes de este planeta, sin embargo todavía se considera como una ofensa el decirlo en los EE.UU.

RAEL nos recuerda que necesitamos un "Gandhi" en los Estados Unidos. "Imagínen lo que podría ser el mundo hoy en día si en vez de Bush hubiera un Gandhi como presidente de los Estados Unidos", nos decía Rael el domingo pasado delante de un grupo de raelianos que vino para recibir sus enseñanzas... Imagínen....


Declaración de Churchill:

31 de Enero, 2005

En los últimos días se ha estado esparciendo exageradamente una inexacta cobertura en los medios de comunicación referente a mi análisis de los ataques del 11 de Septiembre en el World Trade Center y el Pentágono, cobertura que ha resultado en una difamación de mi persona y en amenazas de muerte. Lo que realmente dije se ha perdido, y mis palabras han sido totalmente tersgiversadas y convertidas en lo contrario de lo que dije, y espero que los siguientes datos serán publicados al menos en la misma magnitud de lo que se ha fabricado.

* El artículo circulando por la internet fué desarrollado en un libro "La justicia de los pollos perchados". La mayor parte del libro es una detallada cronología de las intervenciones del ejército EE.UU. desde el 1776 y las violaciones de la ley internacional de los EE.UU. desde la Segunda Guerra Mundial. Mi argumento es que no podemos permitir que el gobierno de los EE.UU. actuando en nuestro nombre, cometa violaciones masivas de la ley internacional y de los derechos humanos y no esperar cosechar las consecuencias.

* No soy un "defensor" de los ataques del 11 de Septiembre, sino que simplemente señalo que si la política exterior estadounidense resulta en muertes y destrucción masiva, no podemos fingir inocencia cuando parte de esta destrucción nos es devuelta. Nunca he dicho que las personas "deberian" de involucrarse en ataques armados en contra de los Estados Unidos, sino que estos ataques son una consecuencia natural e inevitable de la política ilegal estadounidense. Tal como Martin Luther King dijo citando a Robert F. Kennedy: "Los que imposibilitan los cambios pacíficos, hacen que los cambios violentos sean inevitables."

* Esto no quiere decir que abogo por la violencia; como soldado estadounidense en Vietnam, fuí testigo y participé en más violencia que nunca desee ver. Lo que estoy diciendo es que si queremos poner final a la violencia, en especial la que se perpetra en contra de los ciudadanos, debemos de tomar responsabilidad para detener la matanza perpetrada por los Estados Unidos alrededor del mundo. Mis sentimientos están reflejados en el discurso de Abril del 1967 Dr. King en Riverside, en donde cuando se le preguntó sobre la ola de rebeliones urbanas en ciudades estadounidenses, este dijo: "Yo no podría nunca jamás levantar mi voz en contra de la violencia de los oprimidos... sin antes haber hablado claramente al mayor proveedor de violencia en el mundo hoy en día, que es mi propio gobierno."

* En 1996, Madeleine Albright, la entonces embajadora en las Naciones Unidas, y que pronto se convertiría en Secretaria de Estado de los EE.UU., no disputó que 500.000 niños iraquíes hubieran muerto como resultado de las sanciones económicas, pero declaró en la televisión nacional que "ellos" habían decidido que "el costo habia valido la pena". Yo lloro por las víctimas de los ataques del 11 de Septiembre, de la misma manera que lloro por las muertes de esos niños iraquíes, por los más de 3 millones de personas asesinadas en la guerra de Indochina, por los que murieron en las invasiones estadounidenses de Granada, Panama y en otros lugares de America Central, por las víctimas del comercio de esclavos transatlántico, y por la gente indígena que todavía estan sujetos a políticas genocidas. Si respondemos con una cruel indiferencia a las muertes de los demás, solo podemos esperar la misma crueldad hacia las muertes americanas.

* Para concluir, yo nunca he caracterizado a todas las víctimas del 11 de Septiembre como "Nazis". Lo que dije es que los "técnocratas del imperio" que trabajaban en el World Trade Center eran el equivalente de "pequeños Eichmanns". Adolf Eichmann no fue acusado de asesinar directamente sino de asegurar que la infraestructura que permitió el genocidio Nazi funcionara adecuadamente. De igual manera, los industriales alemanes fueron un blanco legítimo para los Aliádos.

* No se disputa que el Pentágono era un blanco militar, o que la oficina de la CIA estaba situada en el eficio World Trade Center. Siguiendo la lógica por la cual los portavoces del Departamento de Defensa de los Estados Unidos han intentado justificar de forma constante su elección de blancos en lugares como Baghdad, este emplazamiento de un elemento del "comando y control de la infraestructura" americana en unas instalaciones aparentemente civiles, convirtieron al Trade Center mismo en un blanco "legítimo". De nuevo, siguiendo la doctrina militar estadounidense, como se anunció una y otra vez, los que no trabajaban para la CIA y fueron sin embargo asesinados en el ataque, no se consideraron más que como "daño colateral". Si el público estadounidense esta preparado para aceptar estos "estándards" que se aplican rutinariamente a otras gentes, entonces no deberían de sorprenderse cuando los mismos estándards les son aplicados a ellos.

* Debería ser enfatizado que aplique la caracterización de los "pequeños Eichmanns" solo a aquellos que se pueden describir como "técnicos". Por consecuencia, no estaba dirigido a los niños, ni a los encargados de la limpieza, ni a los del servicio de comida, bomberos y personas que estuvieron ahí casualmente durante el ataque del 11-9. ¿Féo? Si. ¿Doloroso? Claro. Y este es mi punto. No es menos feo, doloroso o deshumanizante la misma descripción cuando se aplica a los iraquíes, palestinos o cualquier otra gente. Si no deseamos que se nos trate de esta manera, no debemos de permitir que otras personas sean igualmente devaluadas y deshumanizadas en nuestro nombre.

* Lo principal de mi argumento es que el mejor y quizás único modo de prevenir ataques del tipo del 9-11 en los Estados Unidos, es que los ciudadanos americanos obliguen a su gobierno a que cumpla con las leyes. La lección aprendida en Nuremberg, es que no solamente es nuestro derecho, sino nuestra obligación. En la medida que nos evadimos de esta responsabilidad, nosotros, como los "buenos alemanes" de los años 1930 y 1940 somos complices a las acciones de nuestro gobierno y no tenemos basis legítima para quejarnos cuando sufrimos las consecuencias. Esto, como es lógico, me incluye a mi personalemente, así como a mi familia, del igual manera que los demás.

* Estos puntos están claramente descritos y documentados en mi libro "Sobre la justicia de los pollos perchados" que recientemente ganó una mención honoraria para el premio Gustavus Myer de los Derechos Humanos, para el mejor escrito sobre los derechos humanos. Algunas personas, como es lógico, no estarán de acuerdo con mi análisis, pero este presenta preguntas que deben de ser dirigidas en el debate público y académico y deseamos encontrar una solución verdadera a la violencia que impregna el mundo de hoy en día. Las enorme distorsión que se hizo de mis palabras, solo puede considerarse como un intento de distraer al público de los verdaderos problemas con los que nos enfrentamos y para reprimir todavía más la libertad de expresión y el debate académico en este país.

Ward Churchill
Boulder Colorado
31 Enero, 2005