Acabamos de tener conocimiento de una hermosa idea.
Acabamos de tener conocimiento de una hermosa idea.
Nick Jehlen es un activista para la paz en Massachusetts que decidió establecer una línea de teléfono directa de los Estados Unidos a Iran. Grácias a esta magnífica idea, los viandantes en un centro comercial de Somerville, Mass. tuvieron la oportunidad de coger un teléfono y hablar directamente con ciudadanos iranianos que Nick habia conocido a través de la internet. Nick señaló que los iranianos que habia conocido a través de la internet, "deseaban hablar con los americanos".
El profeta Rael inmediatamente dijo: "Qué magnifica iniciativa para la paz y la comprensión! Es hermoso y si otros ciudadanos de algún país que esté experimentando tensiones hiciera lo mismo, la posibilidad de un conflicto desaparecería inmediatamente. Las personas de estos países están hablando los unos con los otros en vez de escuchar a los políticos que están ciegos sin remedio debido a la política y a los intereses creados. Este es el Iran de verdad hablando con los Estados Unidos reales."
En todos los casos, los ciudadanos que hablaron los unos con los otros estuvieron de acuerdo en que los políticos amplían en gran manera las diminutas diferencias entre las personas.
Las personas no son ni americanas, iranianas, saudíes, israelíes, o lo que sea. Las personas son personas! Todos somos seres humanos en este pequeño planeta azul que se encuentra en los suburbios de una galaxia que contiene unas 200.000.000.000 estrellas y que se encuentra a si misma perdida entre cientos de billones de otras galaxias en un universo infinitamente enorme. Por consecuencia ¿cómo podemos discutir sobre fronteras imaginarias y diferencias religiosas?
Todos los seres humanos tienen el mismo amor, las mismas esperanzas, los mismos miedos y deseos. Son los políticos y los líderes religiosos quienes constantemente hacen presa a estas emociones de las gentes y crean más miedos, convenciendo a las masas de que debemos de temer a los que sean distintos de nosotros. Y sin embargo, lo contrario es lo cierto! Pues siempre hay algo por aprender de aquellos que son distintos de nosotros - y el hombre de la calle es bien consciente de esto, siempre y cuando no esté sesgado por fanaticismos religiosos o políticos.