A continuación una declaración hecha por Rael a continuación de un reciente juicio en Suiza que es inaceptable para las decenas de miles de Raelianos del mundo a quienes se les dice que su filosofía predica la pedofilia, mientras que los raelianos consideran que la pedofília es una enfermedad mental. Realmente ya es hora de que se ponga paro a la discriminación religiosa difundida por la prensa y por los poderes políticos... y ahora por la justicia tambien !

"Recientemente en Suiza, en un juicio que constituye un travestí de la justicia innegable, y que vamos a llevar a la Corte Europea si hace falta, un juez tuvo el atrevimiento de redactar que la pedofília es parte de nuestras escrituras, mientras que algunos políticos en la provincia de Vales, tambien decían hace unas semanas que "la libertad sexual por su propia naturaleza provoca la mala conducta sexual hacia los menores."

Estas declaraciones son extrapolaciones sin base y totalmente sin sentido. La libertad sexual consensual entre adultos no implica de ninguna manera ningún acto de pedofília. Solo unas mentes conservadoras como las de los fundamentalistas cristianos podrían atreverse a profanar un derecho humano tan básico como este asociándolo con la enfermedad mental que es la pedofília.

No es la primera vez que la prensa, presionada por los poderes fundamentalistas, han intentado mancillar el honor y la dignidad de la minoría religiosa que es el Movimiento Raeliano. Algunos periodistas sin escrúpulos incluso se han atrevido a escribir que la Meditación Sensual que practican los raelianos es una incitación hacia la pedofília. ¿Qué verían estos periodistas si hicieran su trabajo tal como debieran? Uno solo tiene que abrir el libro "Diseño Inteligente" que es el cimiento de nuestra religión para ver lo que está escrito textualmente. En la página 202 bajo el título de "Educación Sensual" está escrito: "Despertarás la mente de tu hijo, pero también despertaras su cuerpo, ya que el despertar del cuerpo, va aunado al despertar de la mente". Ver en estas líneas una incitación a la pedofília, esta monstruosa enfermedad mental de la que la sociedad debe de protegerse, en una aberración total.